La prensa que se dedica al mundo de la farándula todavía tiene algo por hacer: especializarse. Esto no significa conocer más del asunto del que tratan, sino seguir la tendencia de los medios de todo el mundo. La televisión por cable, por ejemplo, es cada vez más segmentada; por eso hay canales para amas de casa, para hombres, para niños, para adolescentes, para cultos, para incultos, para adeptos a la historia, para adeptos al cine de pop y refrescos, para negros, blancos, inmigrantes (legales e ilegales). Hay prácticamente para cada grupo humano.
La farándula también tiene opciones para todos. Sin embargo la prensa no divide esos grupos. En Japón se producen historietas especialmente para cada grupo, y lo mismo se podría hacer con este tema. Claro que una cosa es la ficción y otra es la realidad, que no se puede manipular. Ya se sabe que las historias de los famosos son siempre verdaderas y no las maquillan ni ellos ni los medios.
De todas maneras el asunto admite nichos de mercado. Hay farándula infantil (Daniel Radcliffe, el actor de Harry Potter es un ejemplo). Hay farándula adolescente y juvenil (los protagonistas de High School Musical, los de Casi ángeles en incluso Gaspar Valverde con Karina Viñola). También hay farándula adulta, grupo en el que pueden entrar las parejas de Javier Bardem y Penélope Cruz y la de Tom Cruise con Katie Holmes. No es lo mismo esa que la farándula para adultos, rubro en el que entra cualquier vedette argentina, y por supuesto las estrellas del cine pornográfico. Pero hay farándula de villanos, donde están Silvio Soldán y O. J. Simpson, entre otros. Está la farándula familiar, la chispeante, la deportiva y hasta la científica. Incluso hay farándula política.
Queda mucho camino por recorrer en esta exploración del increíble mundo de las celebridades.
Diario El País.
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